Lluvia cae,
día después de navidad
noche de paz, oscura armonía
misterio de siglos atrás
En mi hogar
en la mañana al despertar
vestigios de algunos festejos
y algo que no puedo recordar
La revolución
paso por mi casa, nada en pie quedó
siento al huracán
y mi mundo empieza a volar
Unas copas con amigos
los regalos de mi hijo
la inocencia de los niños
que todavía en verdad
creen en navidad
Al otro día
todo vuelve a la normalidad
en una semana de nuevo
nos volvemos a encontrar
Ocasión perfecta
para festejar,
ocasión perfecta
para negociar
el champagne y la sidra
que vas a tomar,
el elixir más impuro
a la hora de brindar
Oídos sordos, mudos gritos
la sonrisa de tus hijos
la inocencia de los niños
que todavía en verdad
creen en navidad
Es que tantos se aprovechan...
de la navidad.
Mi forma de contar por escrito las cosas mas cotidianas
sábado, 26 de diciembre de 2009
lunes, 21 de diciembre de 2009
Historia del que se enamoró de una niña demasiado jóven
Manuel Mandeb supo tener amores con una niña muy joven de la calle Paez. La muchacha no hizo cuestion por la diferencia de edades y ademas es cierto que Mandeb era un hombre de aspecto soberbio, dentro de su sombrio estilo.
Pero pronto empezaron las dificultades.
Un dia Mandeb insistio en caminar bajo un aguacero mientras recitaba a los gritos un soneto flamante.
Una noche le hizo el amor en la casa embrujada de la calle Campana para espantar a los demonios.
A veces, en la madrugada, se trepaba hasta la ventana de la niña, en el tercer piso, y dejaba prendida una flor roja.
Una tarde de invierno le hizo probar el licor del olvido y el vino del recuerdo.
En verano, le sacaba la blusa en las calles oscuras y le ponia alguna de sus gastadas camisas azules.
Para su cumpleaños le regalo una sombra robada en Villa del Parque que habia encerrado en una cajita de cristal.
Despues enseño a todos los pajaros de Flores a cantar el nombre de la muchacha en su ventana.
Entonces la niña abandono a Mandeb y comento luego a sus amistades en una pizzeria:
-No eramos de la misma generacion.
Alejandro Dolina.
Pero pronto empezaron las dificultades.
Un dia Mandeb insistio en caminar bajo un aguacero mientras recitaba a los gritos un soneto flamante.
Una noche le hizo el amor en la casa embrujada de la calle Campana para espantar a los demonios.
A veces, en la madrugada, se trepaba hasta la ventana de la niña, en el tercer piso, y dejaba prendida una flor roja.
Una tarde de invierno le hizo probar el licor del olvido y el vino del recuerdo.
En verano, le sacaba la blusa en las calles oscuras y le ponia alguna de sus gastadas camisas azules.
Para su cumpleaños le regalo una sombra robada en Villa del Parque que habia encerrado en una cajita de cristal.
Despues enseño a todos los pajaros de Flores a cantar el nombre de la muchacha en su ventana.
Entonces la niña abandono a Mandeb y comento luego a sus amistades en una pizzeria:
-No eramos de la misma generacion.
Alejandro Dolina.
domingo, 20 de diciembre de 2009
Encontrar
Hoy me encuentro aca
pensando en vos
sin poder parar
Me robaste parte de mi
solo con un si
me invitaste a vivir
Esto que me cuesta creer,
desconozco mi ser
que tanto pueda querer
Algo que nunca pense
fue esto y ya ves,
tus labios bese
Y estoy convencido
que quiero tu calor
y hoy busco tu abrigo
Me enamora pensar en todo esto,
no qiero perderme tus besos
Al fin encontre
a la persona que da todo
sin ningun porque
De casualidad te vi
y no imagine
encontrar la mujer que soñe
Es que te encontre
apareciste de la nada
no te busque
Un beso, un momento de a dos
un abrazo, una caricia
me enamoro de vos
Y ahora te cuento
que vivis en mis sueños
donde yo soy tu dueño
Princesa soñada
pienso en vos
de dia, tarde, noche y mañana
pensando en vos
sin poder parar
Me robaste parte de mi
solo con un si
me invitaste a vivir
Esto que me cuesta creer,
desconozco mi ser
que tanto pueda querer
Algo que nunca pense
fue esto y ya ves,
tus labios bese
Y estoy convencido
que quiero tu calor
y hoy busco tu abrigo
Me enamora pensar en todo esto,
no qiero perderme tus besos
Al fin encontre
a la persona que da todo
sin ningun porque
De casualidad te vi
y no imagine
encontrar la mujer que soñe
Es que te encontre
apareciste de la nada
no te busque
Un beso, un momento de a dos
un abrazo, una caricia
me enamoro de vos
Y ahora te cuento
que vivis en mis sueños
donde yo soy tu dueño
Princesa soñada
pienso en vos
de dia, tarde, noche y mañana
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